Querido Benjamín,
Hace mucho no hacía este ejercicio de reflexión tan personal, el ritmo de la vida, las notificaciones de WhatsApp, los “like” en Facebook y la hiperconectividad nos desconecta de lo verdaderamente importante … vivir.
Benjamín, ya debes saber que la linda e inteligente Vanessa se fue de este plano terrenal, sí, en la flor de su juventud y con las ganas inagotables que la caracterizaron siempre, dispuesta a luchar y ganar cada batalla; así se fue, como una luchadora, una guerrera que luchó contra el cáncer con valentía.
Debo reconocer con tristeza, que lamento mucho no haber seguido en conexión con mi amiga de infancia, crecemos y la vida nos lleva por diferentes caminos; pero también reconozco que guardé por ella una admiración absoluta.
Mi amiga de infancia fue siempre sonriente, aplicada en el colegio y de una belleza incomparable; siempre pensé que combinaba muy bien su inteligencia con la elegancia para todos los juegos infantiles de barrio a los que nunca se negó a participar.
La noticia de su muerte llegó en un momento inesperado, para mí fue un despertar, me encontraba sumergida en una lucha que consumía toda mi energía, una lucha que si bien tenía una causa justa, me había hecho olvidar que el tiempo es efímero, se agota como los granos en el reloj de arena y por eso cada segundo es importante enfocarlo en lo realmente necesario.
Con tu partida reconecté con quien fuera la cómplice de pilatunas, aquella que nos regañaba por llegar embarradas del parque, pero que siempre tenía su casa de puertas abiertas para sus amigas, reconecté con tu madre y pude expresarle lo que debí decirte a ti en vida.
Como lo dijiste tú, Valiente: no hay otro momento, es hoy, es hoy la hora y el minuto para hacer lo que queremos, para dar ese abrazo, para amar, para luchar por nuestros sueños.
Cada vez que vea una mariposa, pensaré en ti con una sonrisa.
¡En tu memoria Vane!
“La gente luchadora y valiente es la que inspira y da sentido a la vida”
Andrea Torrado
Cortesía http://www.elsantanderista.com