El siglo XX fue de cambios en todos los sentidos: social, económico, político, ecológico, informativo, organizacional y tecnológico. Entramos al siglo XX prácticamente montando a caballo y terminamos tripulando naves espaciales, se abrió la caja de pandora del interior de los átomos, hasta descubrir la “Partícula de Dios” y la explicación de la materia, se crearon en laboratorio pequeños huecos negros, se inventó el transistor que llevó a la evolución exponencial de las computadoras, el desarrollo de mayor y mejor comunicación a través de la Internet y pasamos de la micro a la nano tecnología en muy corto tiempo: “un salto de tres decimales hacia un universo más pequeño”. Lo anteriormente señalado, afianzó el escenario para que el siglo XXI irrumpiera como una época más tecnológica, científica y pragmática que filosófica y dogmática. En un arco de veinte años, la transformación digital a través de numerosas y variadas tecnologías emergentes y disruptivas, ha cambiado dramáticamente la actividad y gestión de los gobiernos, empresas y seres humanos. En particular, la evolución de Internet de un simple repositorio de páginas web a un concepto mucho más eficiente, transformador y profundo: la Nube.
Antes de entrar en el análisis de las tendencias tecnológicas actuales, es necesario considerar el impacto generado por el fenómeno de la pandemia mundial Covid-19 en la humanidad y por ende, en la tecnología. Esta variable exógena irrumpió violentamente como un catalizador en el quehacer diario de las organizaciones, empresas y personas. Las medidas sanitarias de aislamiento en casa, distanciamiento social, trabajo remoto, entre otras consecuencias, generaron el escenario para la resiliencia tecnológica, capacidad de enfrentar las adversidades actuales, en un mundo diferente que va surgiendo con nuevos desafíos, escenarios y necesidades, a través de la flexibilidad y la actitud positiva al cambio, que permitirá a las empresas, sin considerar su forma de organización, sobrevivir a este tsunami de eventos globales. Parte de las consecuencias en el plano organizacional que derivan del evento de magnitudes globales son: las personas se convierten en el centro de atención principal, las ubicaciones y espacios de trabajo se vuelven independientes y pueden estar en cualquier lugar e invita a la adaptación rápida, casi inmediata, ante la volatilidad del mundo-global ante cualquier fenómeno a escala.
Una de las principales tendencias tecnológicas en la actualidad, es la migración de las plataformas digitales de las empresas y las organizaciones a la -Nube- y aún más, a una Nube distribuida que ofrezca sus servicios en áreas geográficas específicas, cercanas para reducir costos, bajar la latencia y maximizar la eficacia, eficiencia y efectividad. La Nube, sin lugar a dudas ha sido de importancia medular para enfrentar los desafíos que impone la crisis generada por la pandemia del Covid-19, permitiendo la nueva tendencia de las empresas de operar desde cualquier lugar y flexibilizar la actividad gerencial y laboral, por medio del trabajo a distancia (teletrabajo) y operaciones desde cualquier parte del mundo.
Esta explosión de hiperactividad en la Nube ha tenido efectos positivos y negativos, dependiendo del sector que consideremos. Por ejemplo, el gigante Netflix presentó dificultad para mantener el servicio de calidad de alta resolución de sus películas, afectado por la demanda exponencial inusual de consumo del servicio de millones de personas que tuvieron que quedarse en casa. Situación que ocasionó que un número considerable de suscriptores abandonaran el servicio, con las obvias consecuencias económicas para la empresa. Es aquí donde la resiliencia encuentra un espacio y las situaciones sobrevenidas como esta pueden ser consideradas como oportunidades en vez de amenazas.
Justamente, la demanda de servicios de calidad de un usuario Milenial, mucho más exigente, conlleva a las empresas a revisar sus procesos de diseño, producción, mercadeo, promoción y entrega de productos y servicios de alta calidad para satisfacer a sus clientes o usuarios. En la actualidad, la tendencia en auge que incluye como un todo a la empresa, empleados, usuarios y clientes es la -Experiencia Total-. Logro a través de la multiexperiencia (MX), la experiencia del cliente (CX), la experiencia del empleado (EX) y una de las más difundidas y conocidas la experiencia del usuario (UX). En el año 2021 es impensable que una empresa que se considere futurista en el sector del desarrollo de software, no considere la experiencia del usuario en la creación de sus aplicaciones. Según el estudio de Gartner (2020), la experiencia total permite que las empresas capitalicen los factores disruptivos ocasionados por el Covid-19: teletrabajo, clientes móviles, virtuales y repartidos.
La atención al cliente es el objetivo principal de la mayoría de las empresas y en particular, de otro gigante tecnológico Amazon, que a través de Amazon Web Services (AWS) se ha convertido en la compañía con mayor porcentaje de clientes de la Nube y resaltando que su inició fue la venta de libros On-Line, para lograr tal objetivo, se requirió una extraordinaria motivación de innovación y deseos de atención al cliente, así como la inversión de considerables recursos financieros, tecnológicos, logísticos y organizacionales. AWS tiene su propia filosofía para el éxito, como lo dice su presidente Jeff Bezos: “La ‘salsa secreta’ de Amazon es la obsesión compulsiva por el cliente” (Business Insider, 2018). Sobre la base de lo anteriormente expuesto, Amazon hizo una movida audaz, comenzó a ofrecer al público en general las herramientas tecnológicas implementadas a lo interno del servicio de la tienda virtual de Amazon como servicios de uso general. De esa idea se origina AWS: la Nube de Amazon. La disputa de este mercado no es fácil, si se considera que, entre tantos actores, se tiene a otros gigantes tecnológicos, como Google con Google Cloud Platform, Microsoft con Azure e IBM con IBM Cloud, seguramente, los más beneficiados serán los clientes.
No es coincidencia que las empresas señaladas anteriormente estén apostando a las mismas tendencias tecnológicas, por tanto, es necesario que se adapten y organicen en esta situación actual a través de un comportamiento inteligente y eficiente, absolutamente todas apuestan a metodologías ágiles de funcionamiento, a la democratización dentro de la organización y un creciente aumento de la autonomía de los empleados en las decisiones. Entre estas metodologías, SCRUM merece ser mencionada por su difusión actual y su curva de crecimiento, dado los numerosos casos de éxito logrados hasta la fecha.
La Nube aceleró el proceso de implementación de numerosos servicios tecnológicos, ya no se comporta como un hospedaje de almacenamiento y aplicaciones web distribuidas, se ha convertido en un micro universo de servicios tecnológicos de avanzada, la tendencia comercial de las empresas que ofrecen los servicios en la Nube de cobrar solo por los servicios que se usan, ha acelerado de manera masiva el proceso de migración a la Nube. Este modelo de negocios posmoderno, colocó a las empresas que requieren una infraestructura computacional considerable en una disyuntiva: creación, mantenimiento y actualización continua de la propia infraestructura tecnológica o migración a la Nube. La decisión fue fácil: migrar a la Nube, reducir costos operacionales y mejorar la oferta de productos y servicios. Sin embargo, no todos están tan emocionados por la Nube, muchas empresas e instituciones, por su naturaleza excepcional de seguridad y manejo de la información, vacilan aún en sus consideraciones sobre la Nube, por lo tanto, las empresas proveedoras de servicios tecnológicos mantienen oferta de servicios híbrida: en la Nube, en servidores propios y/o en instalaciones -In Situ-.
Entre los servicios que han teniendo auge y demanda por parte del público en general, se encuentran toda una gama de servicios del área de la Inteligencia Artificial (IA), tales como el reconocimiento facial, reconocimiento de voz, conversión de texto en voz y viceversa, interpretación de emociones a través de texto y voz. En el campo de la medicina, la -IA- ha logrado diagnosticar Covid y cáncer, a través del procesamiento de imágenes diagnóstica en porcentajes de precisión del 93% y más. La tendencia aumenta de manera considerable hacia el uso de la -IA- en el diagnóstico de enfermedades, en algunos sectores, como el del gremio de médicos radiólogos, ha generado una preocupación razonable: ¿Sustituirán las computadoras y los algoritmos de IA de diagnóstico de imágenes médicas a los médicos radiólogos? Es un interesante nuevo escenario filosófico-moral, ético y profesional de la nueva sociedad del siglo XXI.
La IA está presente más que nunca en la vida diaria: correos detectados y desviados a la bandeja de Spam, ofertas personalizadas el día de cumpleaños de Domino’s Pizza, sugerencias de tipos particulares de películas por parte de NetFlix, otro ejemplo de IA accesible al público es Alexa, una compañera de casa que aprende todos los días de nuestros gustos, comportamientos, actividades y se comunica, informa y hace sugerencias como si fuera un “ser humano real”.
En ese orden de ideas, en el reciente mundial de fútbol en Rusia 2018, se instalaron en los estadios cámaras con software de IA que realizaban el reconocimiento facial de dos mil (2.000) personas en un (1) segundo, permitiendo la identificación Hooligans sancionados internacionalmente, que fueron detenidos, retirados del evento y enviados a casa oportunamente. La misma IA ha generado nuevas tendencias tecnológicas, como es la Internet del Comportamiento (Internet of Behaviour, IoB) que se traduce en la supervisión, registro y evaluación del comportamiento de las personas, tales como: desempeño en el trabajo, respeto y cumplimiento de los protocolos sanitarios, comportamiento de los clientes en una sala de cine, entre otros. Esta tecnología es resultado de la integración de otras tecnologías emergentes, tales como: IA, el procesamiento e interpretación de emociones, gestos y gustos, Internet de las Cosas (Internet of Things, IoT), dispositivos electrónicos, procesamiento distribuido, BigData, Análisis de Datos, entre otras. Esta tecnología servirá en el futuro próximo para corregir y mejorar la conducta de las personas en el trabajo y en la sociedad.
El uso de los servicios y el alto número de información generada diariamente en la Nube y servidores del mundo, impone un reto inexorable de implementar tecnologías de protección de la información, para evitar el manejo inadecuado de usuarios maliciosos, así como la privacidad de la misma. Los niveles de privacidad deben ser respetados, el médico de cabecera puede saber la enfermedad de su paciente, pero los datos personales del paciente, tales como el nombre e identificación, deben ser anonimizados para su utilización en información estadística pública. Estas características de anonimización y protección de la privacidad de la información de las personas, son un requerimiento actual en crecimiento por un alto número de organizaciones. No solamente la necesidad de proteger la información del acceso no deseado es necesaria, también la protección contra el daño y secuestro de información, como es la protección en el caso de virus como el Ransomewere, que secuestra los sistemas e impide a los usuarios acceder a estos, causando severos daños financieros y funcionales. Tradicionalmente esta situación se solucionaba de manera sencilla instalando antivirus en PCs, servidores locales, políticas de seguridad y prácticas sanas de interacción de los usuarios con los sistemas. Sin embargo, en organizaciones más grandes, con infraestructura distribuida, como la denominada Niebla, se requerirá un concepto mucho más amplio, escalable y localmente independiente de medidas de seguridad: la Malla de Ciberseguridad.
Finalmente, todas estas tecnologías nos llevan a un fenómeno de interés, que es una pandemia en sí misma, en un número cada vez más creciente de empresas: La Hiperautomatización, concepto muy simple: todo lo que se pueda automatizar en una empresa debe automatizarse. Es simple, pero es un proceso muy complejo, debido a las implicaciones que tiene la automatización de los procesos internos y externos que llevan a cabo las empresas, tales como: inventario, sala de ventas, materias primas, mercadeo, promoción, postventa, mercadeo digital, optimización de procesos, rendimiento laboral de los empleados, entre otros. Sin embargo, la conjunción de todas estas tendencias tecnológicas, su democratización, el uso masivo a muy bajo costo, dibujan un cuadro-empresarial muy interesante en el inmediato futuro de Covid-19.
Investigadores:
Jaime E. Soto U.
Investigador Invitado Universidad Internacional de Ciencia y Tecnología de Panamá
Modesto E. Graterol R.
Consultor Externo Observatorio Económico
Referencias bibliográficas electrónicas:
Gartner Group (2020). https://www.gartner.es/es/articulos/las-principales-tendencias-tecnologicas-estrategicas-de-gartner-para-2021 (elaboración 19 octubre, 2020). Consultado el 04-09-2021. Autora: Kasey Panetta
Stefanini Group (2021) https://stefanini.com/en/trends/news/what-is-cybersecurity-mesh-5-advantages-of-this-top-tech-trend (marzo 03, 2021). Consultado el 05-09-2021
IBM. https://www.ibm.com/cloud/ibm-cloud-vs-aws
AWS https://aws.amazon.com/es/?nc2=h_lg
Business Insider (2018) https://www.businessinsider.es/jeff-bezos-salsa-secreta-amazon-obsesion-compulsiva-303381. (Elaborado el 16-09-2018). Consultado el 03-09-2021