La reapertura de la frontera entre Colombia y Venezuela no ha sido tan rápida y dinámica como lo querían y esperaban sus promotores. Pero el optimismo como la voluntad y decisión políticas por esta causa de los diferentes sectores de opinión se mantienen.
Ha sido un proceso lento y gradual como lo anticiparon y presagiaron los pragmáticos. Es que fueron ocho años de problemas y dificultades de todo orden, en principio, hasta llegar al cierre de los puentes fronterizos y la ruptura total de las relaciones diplomáticas y comerciales de los dos países, lo que generó un desbarajuste institucional sin precedentes y de enormes proporciones y consecuencias.
Trochas en manos de las mafias
Esta situación la aprovecharon también – y aún la siguen usufructuando – los delincuentes de todos los pelambres para cometer sus fechorías criminales, a través de decenas de pasos o caminos ilegales, más comúnmente conocidos como las trochas.
Pero un mes después de la reapertura de los puentes fronterizos entre Norte de Santander y el estado Táchira, se respira un ambiente de optimismo moderado, según lo admiten y celebran los gobiernos de los dos países, en Caracas y Bogotá, las autoridades regionales, los gremios y los voceros de los diferentes sectores de la comunidad.
Los primeros camiones que pasaron esos puentes llevaron a Venezuela insumos médicos, cartón, vasos plásticos, papel higiénico, insumos de calzado, láminas de cristal, máquinas para alimentos, insumos ferreteros, prendas de vestir y calzado, entre otros productos.
De Venezuela trajeron acero en bobinas, láminas de material siderúrgico, carbón mineral, material ferroso y envases de vidrio, entre otros artículos.
Hasta antes del cierre de la frontera, decretado unilateralmente por el gobierno de Nicolás Maduro, las exportaciones de Colombia al vecino país superaban los 8.000 millones de dólares. Esa no despreciable cifra se vino al suelo desde entonces y no será fácil recuperar. Pero se están haciendo todos los esfuerzos posibles y existe la voluntad política de lograrlo.
¿Para qué nos dimos la pela?
En el primer mes de la reapertura de los puentes, el intercambio comercial no pasó los 2,5 millones de dólares, lo que llevó al presidente colombiano Gustavo Petro a expresar su queja y malestar, porque él y su gobierno se dieron la pela en este asunto para tener pobrísimos resultados.
De ahí que el mandatario colombiano anunciara en Cúcuta una acción contundente contra los pasos ilegales o trochas que las bandas criminales siguen controlando y explotando.
Buenos amigos y negocios
Los dos países siempre fueron, además de buenos vecinos, excelentes negociantes. Y ni hablar de las estupendas relaciones y lazos familiares y de amistad y respeto que afortunadamente han perdurado, y seguramente seguirán perdurando.
Entre el 26 de setiembre y el 21 de octubre pasado, el comercio bilateral alcanzó los 2,5 millones de dólares, y 1.552 toneladas de carga que fueron movilizadas por cerca de 70 camiones en menos de 30 días.
De esta cifra, Colombia aumentó su comercio hacia Venezuela en cerca de 20 millones de dólares con 702 toneladas.
El espaldarazo de Petro y Maduro
En contraste con las dificultades y demoras para una normalización del intercambio comercial, ha sido más acelerada y avanza con paso firme la reanudación de las relaciones diplomáticas, impulsada por los presidentes de los dos países, Gustavo Petro y Nicolás Maduro, y sus respectivos cancilleres y embajadores.
Prueba de ello es el encuentro cordial que tuvieron en Caracas este 2 de noviembre los dos mandatarios. La última reunión de presidentes de los dos países fue hace seis años. Los gobernantes ratificaron su decisión de llegar al pleno restablecimiento de las relacione y a seguir combatiendo a las mafias que se han apoderado de la frontera.
El próximo paso, además de hacer los ajustes pertinentes para la reanudación plena del intercambio comercial, será un encuentro de empresarios colombianos y venezolanos “para que ellos mismos construyan los lazos, de manera libre, que fortalezcan las bases de un comercio, ojalá poderoso”, según expresó el presidente Petro. Dirigentes gremiales han sugerido que esta reunión se haga en Cúcuta.
Los presidentes también abordaron el complejo problema de la creciente migración venezolana e igualmente se comprometieron en un trabajo conjunto para superarla. Igualmente anunciaron una acción coordinada y sostenida contra el narcotráfico y el problema de los cultivos de coca en la región del Catatumbo.
Qué más puede pasar
El expresidente del Comité Intergremial, Ciro Ramírez, prevé una masiva llegada de venezolanos a proveerse de diferentes mercaderías, tanto mayoritariamente como al por menor, sobre todo para la época navideña, lo cual deberá tener en cuenta la
administración municipal para evitar una onda especulativa en precios de artículos de primera necesidad, que irían en contra del consumidor local.