Los grandes retos para las próximas generaciones
El punto de encuentro entre cultura y educación es una labor que lleva a un amplio análisis sobre estos dos conceptos, hoy en día este nexo es importante y se encuentra vinculado al desarrollo regional, siendo oportuno y sirviendo de soporte en los procesos de cambio, inclusión social y de cultura ciudadana.
Cuando se habla de cultura se hace referencia a un término muy extenso en el que se contemplan las diferentes manifestaciones del ser humano. La cultura es entendida como el conjunto de patrones, que conllevan a que una sociedad regule el comportamiento de las distintas personas que hacen parte de esta, incluyendo costumbres, normas, experiencias, reglas de comportamiento, entre otras[1]. Desde otra perspectiva se puede indicar que la cultura son todas las destrezas y toda la información que tienen los seres humanos.
Por otro lado, la educación es el proceso de socialización que tienen las personas, es la facilidad de captura de aprendizaje, de conocimientos, valores y habilidades. La educación comprende el proceso en el cual se proveen las bases y los conocimientos necesarios para el diario vivir de las personas; son las destrezas y formación metodológica que se le inculcan a las personas durante su vida las cuales son trasmitidas a las generaciones siguientes.
En la actualidad el mundo se ve sumergido por la globalización, la cual ha generado grandes impactos en términos económicos, políticos y sociales; ya que llegan nuevas ideas y costumbres que se exponen a las distintas sociedades, viéndose afectada la identidad cultural. La educación se convierte en una estrategia de llamado para actuar a favor de la identidad cultural, por su gran influencia en el desarrollo y progreso de las sociedades, proporcionando conocimientos, y potencializando los valores, la cultura, el espíritu y todo lo que define a las personas.
La educación hoy en día asume el reto de mantener la cultura dentro de todos los grupos sociales, disponiendo de sus características culturales, siendo estas la distinción a otros grupos. Igualmente, la sociedad logra convertirse en esa guía siendo el sostenimiento y la encargada de imponer las normas que subsisten, permitiendo la permanencia de las diferentes culturas dentro de esta. Así mismo, la sociedad es la encargada de marcar las pautas acerca de la educación, permitiendo la formación de personas con capacidad de integración.
El proceso educativo se enfrenta al cambio de las conductas de las personas, influyendo y conservando estas mismas, con el objetivo de desarrollar al máximo sus potencialidades por medio de la creación de personas innovadoras, creativas, con aptitudes y valores que sirvan de base para la construcción de un país, enriqueciendo las sociedades de este mismo[2].

Es así como la educación se vuelve una necesidad de las personas, no obstante, la educación influye en la generación y reproducción sociocultural, ya que es por medio de un proceso de aprendizaje la trasmisión de los elementos culturales hacia los miembros de una sociedad. La educación es necesaria en todos los sentidos, un claro ejemplo de ellos son las economías modernas, donde el conocimiento se ha vuelto la herramienta clave para la producción.
Las sociedades que han demostrado grandes avances en el ámbito económico y social son las que han logrado establecer su progreso a través del conocimiento, es por medio de la educación, la ciencia, y la innovación, que se han generado grandes crecimientos a nivel de productividad y competitividad económica.
Gran parte del desarrollo social y cultural de los países ha aportado a sociedades más justas, equitativas y productivas, haciendo más libres a los seres humanos.
En conclusión, entendiendo a la educación como un factor clave de la cultura, en la forma en cómo esta se logra transmitir a las generaciones futuras, la cual ha sido modificada por la era de la tecnología y la innovación. La cultura es la base de la identidad de una sociedad, los valores y principios que logran identificarla, contribuyendo de manera positiva por medio de estrategias que conlleven al desarrollo social y económico. Para ello, es necesario incorporar la dimensión cultural en los distintos programas y políticas de desarrollo, estableciendo vínculos en ámbitos como la educación, con el objetivo de generar sociedades más productivas, contribuyendo así a reducir las desigualdades regionales.
[1] http://www.paideiaescuelalibre.org/search/44-el-concepto-de-cultura-y-educacion.html
[2] https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5973014.pdf